La Inteligencia Artificial se Puso en Acción Durante Todo el Año 2024

El 2024 marcó un punto de inflexión en la evolución de la inteligencia artificial (IA). Tras un 2023 lleno de asombro por los avances tecnológicos, este año se centró en transformar ese asombro en herramientas prácticas y funcionales.

2024: El Año en que la Inteligencia Artificial Se Puso en Acción

"Pasamos de simplemente mostrar modelos a desarrollar productos concretos", explicó Arvind Narayanan, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Princeton y coautor del libro AI Snake Oil: What Artificial Intelligence Can Do, What It Can’t, and How to Tell The Difference. Este texto analiza las capacidades y limitaciones de la IA, además de cómo distinguirlas.

Según Narayanan, uno de los mayores problemas de la IA generativa en 2023 fue que las empresas lanzaron modelos muy potentes sin ofrecer formas claras para que los usuarios los aprovecharan. En 2024, se ha trabajado en crear productos que canalicen esas capacidades para resolver problemas reales y beneficiar a las personas.

Cambios en las expectativas sobre la IA

Desde el lanzamiento de GPT-4 por OpenAI en marzo de 2023, junto con otros modelos avanzados, la industria ha dejado de enfocarse en hacer sistemas significativamente "más grandes y mejores". Esto ha ajustado las expectativas exageradas de un progreso constante hacia una inteligencia superior a la humana. Como resultado, el discurso público ha evolucionado de cuestionar si "la IA nos destruirá" a tratarla como una tecnología más.

La economía y los costos de la IA

En las reuniones trimestrales de resultados, los ejecutivos tecnológicos enfrentaron preguntas de analistas sobre los retornos de las cuantiosas inversiones en investigación y desarrollo de IA. Crear y operar herramientas como ChatGPT o Gemini de Google requiere sistemas informáticos altamente costosos y que consumen grandes cantidades de energía, llevando a acuerdos con empresas energéticas, incluida la energía nuclear, para satisfacer estas demandas.

Kash Rangan, analista de Goldman Sachs, destacó que se han destinado cientos de miles de millones de dólares a esta tecnología. Sin embargo, otros analistas han cuestionado si la IA justifica estos gastos al no resolver problemas complejos ni igualar ciertas habilidades humanas. A pesar de esto, Rangan se muestra optimista, señalando que la IA ya está incrementando la productividad en áreas como ventas y diseño.

La IA y el empleo

El impacto de la IA en el empleo sigue siendo una preocupación. Por ejemplo, la empresa Borderless AI utiliza chatbots para redactar contratos laborales sin necesidad de abogados o traductores. Sin embargo, gremios como el Sindicato de Actores de Pantalla han expresado su temor de que la IA pueda reducir oportunidades laborales al replicar actuaciones sin consentimiento.

En otros sectores, como la música y la literatura, persisten preocupaciones similares. Según Walid Saad, experto en IA y profesor en Virginia Tech, la IA generativa aún no puede crear trabajos completamente originales debido a su incapacidad para entender el mundo como los humanos lo hacen.

Hacia agentes más avanzados

Vijoy Pandey, vicepresidente de innovación en Cisco, señaló que el desarrollo de agentes de IA capaces de razonar y planificar es el próximo gran paso. Estos agentes podrían trabajar de manera colaborativa, como lo haría un equipo humano, en lugar de limitarse a realizar tareas individuales.

Aplicaciones médicas y científicas

En el ámbito médico, la IA ha acelerado diagnósticos al ofrecer puntos de partida rápidos para los médicos, aunque sigue siendo propensa a errores. En farmacología, la IA ha reducido significativamente el tiempo necesario para desarrollar medicamentos, un avance destacado por empresas que combinan laboratorios físicos y análisis computacionales.

Aunque aún enfrenta limitaciones, 2024 ha sido un año clave para que la inteligencia artificial demuestre su utilidad práctica, sentando las bases para un futuro más prometedor.